Perro siempre trae una hoja para 'comprarse' golosinas en la tienda.


Algunos perros piden golosinas. Este cachorro inteligente paga por las suyas.

Angela Garcia Bernal

Durante los últimos cinco años, aproximadamente, el campus del Instituto de Educación Técnica Diversificada de Monterrey, Casanare, ha sido el hogar de un dulce perro negro llamado Negro. Allí, él se desempeña como un guardián de las clases, vigilando las cosas a medida que los alumnos estudian sus estudios.

A cambio, Negro es atendido por la facultad de la escuela, que le proporciona comida, agua, atención y un lugar seguro para pasar la noche.

Pero el perro aparentemente ha decidido que cualquier cosa más allá de eso depende de él.

Angela Garcia Bernal

Al principio de la permanencia de Negro en la escuela, llegó a estar al tanto de la pequeña tienda en el campus donde los estudiantes se reúnen para comprar cosas en sus descansos; A veces le compraban galletas vendidas allí.

Esto, evidentemente, es donde el perro aprendió por primera vez sobre el comercio, y decidió probarlo él mismo.

"Iría a la tienda y vería a los niños dar dinero y recibir algo a cambio", dijo la maestra Angela García Bernal. "Entonces, un día, espontáneo, apareció con una hoja en la boca, moviendo la cola y dejando saber que quería una galleta".

Angela Garcia Bernal

Negro había inventado su propia moneda, pero, por supuesto, fue aceptada.

Él consiguió una galleta, y vino con una epifanía.

¡Las hojas pueden comprar golosinas!.

Angela Garcia Bernal

Como es de esperar, después de que el perro se dio cuenta de que su dinero crece literalmente en los árboles, ha sido algo normal.

"Viene a comer galletas todos los días",dijo Barreto, una asistente de tienda por mucho tiempo. "Él siempre paga con una hoja. Es su compra diaria".

Aquí hay un clip de negro en acción.

Angela Garcia Bernal

Por increíble que sea, el perro inteligente ha estado haciendo esto durante años. El personal se ha asegurado de que solo reciba golosinas seguras para que los perros coman, y limitan sus compras a solo un par al día (para evitar la inflación tanto en la frondosa moneda como en su cintura).

Pero todavía es algo extraordinario para la vista.

"Cuando lo ves por primera vez, casi quieres llorar", dijo Bernal. "Ha encontrado una manera de hacerse entender. Es muy inteligente".

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