Perrita de refugio sale de su perrera para consolar a unos cachorros que lloran
Así es como se ve el amor cuando parece que nadie está mirando.
En 2016, Maggie, una pastora australiana, estaba en su jaula cuando escuchó los gritos de los cachorros cerca, según una publicación de Facebook de Barker's Pet Motel and Grooming. El negocio familiar en St. Albert, Alberta, a menudo hospeda perros rescatados cuando no hay suficiente espacio para ellos en otro lugar.
Maggie se había separado de sus propios bebés un par de semanas antes y estos cachorros no tenían madre.
Cuando todos los humanos abandonaron el sitio, Maggie hizo su movimiento. "Hay una puerta en la parte delantera de la perrera", dijo Alex Aldred, cuya familia es propietaria del negocio. "Y hay un lugar donde podemos deslizar en un tazón de agua. Empujó su tazón de agua y se abrió paso a través de la abertura".
Maggie caminó por el pasillo hasta que encontró a los dos pequeños huérfanos, aferrados el uno al otro.
Aunque no podía deslizarse dentro de la perrera con ellos, presionó su cuerpo contra la jaula lo más fuerte posible, como si dijera: "Está bien. Estoy aquí para ustedes".
La familia Aldred salió a cenar esa noche y, mientras revisaban las cámaras de seguridad del motel a través de su teléfono, se dieron cuenta de que un perro había salido de una perrera.
Sandy Aldred, que regresaba apresuradamente de la cena, fue recibida por una jubilosa Maggie.
Juntos, regresaron a la perrera de los cachorros. Sandy Aldred abrió la puerta de la jaula y Maggie se acomodó dentro.
"Era súper cariñosa con ellos", dijo Alex Aldred. "Ella los estaba cuidando y ellos le estaban besando la barbilla. Así que decidimos mantenerlos juntos por la noche".
"Cuando regresamos por la mañana, todavía estaban todos acurrucados", agregó Aldred.
Desde entonces, Maggie y los dos cachorros han encontrado sus propios hogares llenos de amor. Pero la gente de Barker's Pet Motel and Grooming nunca olvidará la noche en que el acto de amor de Maggie ayudó a los solitarios cachorros a superar un momento aterrador.
que lindos!
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