Perro fue abandonado en un refugio de animales porque sus dueños pensaron que era gay
Un perro fue abandonado en un refugio de animales de Carolina del Norte después de que sus dueños lo tildaran de gay por acostarse con otro perro macho.
Fezco pesa 23 kg y tiene entre cuatro y cinco años, según los Servicios de Protección Animal del condado de Stanly en Albemarle, a unas 65 km al este de Charlotte.
El refugio está pidiendo voluntarios que puedan albergar a Fezco hasta que sea adoptado después de que sus dueños lo vieran comportarse de una manera que no aprueban.
El perro, cuya raza se desconoce, es amigable y le gustan otras personas y animales, señala el refugio.
Montar o empujar puede ser parte del comportamiento de juego normal de las mascotas y no necesariamente indicativo de su sexualidad, según la ASPCA. Los cachorros a menudo montan a compañeros de juego, personas y juguetes hasta que alcanzan la madurez sexual, mientras que los perros machos o hembras castrados o esterilizados pueden seguir montando porque les gusta hacerlo.
Además, los perros a veces montan a otros animales "para mostrar estatus social o control", señala la ASPCA.
El comportamiento homosexual se ha observado en más de 1500 especies de animales, según Scientific American.
No está claro si Fezco ha sido acogido o adoptado hasta el domingo por la mañana.
Los animales que han sido observados participando en comportamientos sexuales entre animales del mismo sexo incluyen elefantes, jirafas, delfines, pingüinos, monos macacos japoneses y leones, según PETA.
Se han observado casos de pingüinos machos en relaciones a largo plazo en el Zoológico de Londres, con los pingüinos Ronnie y Reggie, y en el Zoológico de Central Park, con los pingüinos Roy y Silo.
Se sabe que las jirafas macho "se frotan el cuello con el cuerpo de la otra y pasan muchas horas cortejando y acariciando", según PETA. Los científicos también han "observado leones machos acariciándose y montándose unos a otros".
La mayoría de las investigaciones sobre las relaciones entre personas del mismo sexo en animales describen la práctica como una "paradoja evolutiva", ya que no ayuda a que el animal se reproduzca ni contribuye directamente a la supervivencia de la especie.
Pero los biólogos Nathan W. Bailey y Marlene Zuk de la Universidad de California en Riverside encontraron algunos beneficios en la práctica.
"Por ejemplo, sus estudios del albatros de Laysan muestran que el apareamiento hembra-hembra puede aumentar la aptitud al aprovechar el exceso de hembras y la escasez de machos en la población y brindar un cuidado superior a la descendencia", según la revista Yale Scientific.
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